Colabora para acoger y acompañar a las personas refugiadas que huyen de contextos en los que su vida está en riesgo.
El número de personas desplazadas forzosamente fruto de graves vulneraciones de derechos humanos no deja de crecer en todo el mundo. Concretamente en España, según los datos emitidos por el Ministerio del Interior, 163.220 personas solicitaron protección internacional a lo largo de 2023, confirmando la tendencia al alza de los últimos años.
Una campaña de
20
Beneficiarios directos
Aquellas personas que de forma natural han sido beneficiadas por las acciones desarrolladas en la campaña.
350.000
Beneficiarios indirectos
Aquellas personas identificables que reciben un efecto potencial de las acciones desarrolladas en la campaña.
Las situaciones en las que se vulneran los derechos humanos son las causantes de la mayoría de desplazamientos forzosos, y esto es una realidad que va en aumento en las zonas del planeta donde domina la inestabilidad, como por ejemplo en la región del Sahel, que atraviesa un período de gran inseguridad debido a la inestabilidad política y los golpes de estado producidos en países como Gabón o Níger, o en las zonas de Ucrania y Palestina, sacudidas por conflictos bélicos.
En el Estado español, las cifras siguen dejando patente el incremento de perfiles de personas solicitantes de protección internacional con una mayor presencia de mujeres solas y/o unidades familiares (a menudo monomarentales). Las situaciones de violencias de género, tanto intrafamiliares como en los entornos sociales y laborales, están generando un aumento en el número de mujeres que deciden huir de sus países de origen, ya que se encuentran frente a contextos sociopolíticos de impunidad, indefensión y desprotección total.
Desde 2004, la Comisión Catalana de Acción por el Refugio trabaja para defender el derecho de asilo y los derechos de las personas refugiadas, apátridas, solicitantes de protección internacional y/o de apatrídia, así como de las personas migradas que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad. Este proyecto está centrado en ofrecer tanto una acogida residencial temporal como un acompañamiento a los procesos de inclusión de las personas refugiadas que se encuentran en los municipios de Sabadell, Sant Boi y Rubí, a través de 20 plazas desde las que se interviene de forma integral, especializada y profesional con las personas refugiadas acogidas: se diseña y se implementa un plan individualizado de trabajo, se trabajan otros aspectos como la creación de una red social y el fomento del ocio, se les ofrece acompañamiento jurídico y, cuando es necesario, derivaciones a servicios de atención psicológica.
El proyecto está dirigido a 20 personas solas y/o unidades familiares ―muchas de ellas monomarentales― en el proceso de solicitud de protección internacional o apatrídia (a la espera de resolución, con algún tipo de protección concedida o denegada), que por diferentes motivos han quedado excluidas del Programa Estatal de Acogida, que se encuentran en los municipios en situación de vulnerabilidad y exclusión residencial y que requieren un acompañamiento especializado para alcanzar la plena autonomía.